El fotógrafo a bordo es responsable de capturar fotográficamente los eventos diarios tanto en el barco como en tierra, incluyendo embarques, restaurantes y otras actividades. En ocasiones, también se disfraza como mascota fotográfica para interactuar con los huéspedes, demostrando energía y entusiasmo. El rol combina la habilidad técnica de operar equipos fotográficos como cámaras DSLR y programas de edición, con la capacidad de brindar un servicio al cliente excepcional, realizando ventas de fotos y resolviendo dudas.
El puesto exige un mínimo de dos años de experiencia profesional en fotografía, preferiblemente en cruceros u hoteles de lujo, así como un dominio avanzado del inglés y habilidades de comunicación. Se valoran, aunque no son obligatorios, los estudios técnicos en fotografía. El profesional debe ser proactivo y trabajar para cumplir las metas de producción y ventas, asegurando al mismo tiempo la protección de todos los equipos e inventario de la empresa.
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